El Ayuntamiento ha presentado al Plan de Apoyo Especial de Camps el proyecto para trasladar definitivamente el Museo del Juguete de la Casa Gran a la fábrica Payá. Para ello será necesario rehabilitar la planta baja de la antigua fábrica, de una superficie aproximada de 900 metros cuadrados. El presupuesto previsto asciende a 420.000 euro€con un plazo de ejecución de 8 meses.

El objetivo es crear un ambiente museístico de calidad, adecuado y atractivo para los visitantes y además en una ubicación con gran valor sentimental para todos los ibenses. Una vez finalizado el proyecto, la fábrica Payá tendrá el Museo del Juguete en la planta baja y el de la Biodiversidad que ya está instalado en la planta superior.

El citado proyecto prevé reproducir en Payá el mismo diseño que tiene actualmente el Museo del Juguete; el único cambio sería la posibilidad de aumentar la colección a 444 juguetes de hojalata, con los que ahora cuenta en su inventario. También se contempla la adecuación de la antigua sala de máquinas, donde se podrán realizar exposiciones itinerantes, conferencias, reuniones de expertos jugueteros y ubicar una posible sede de extensión universitaria. Será una sala polivalente que permita, incluso, a los jugueteros exponer muestras de sus artículos, así como las novedades que vayan sacando al mercado.

Destino de la Casa Gran

Por otra parte, en la Casa Gran, cuyo espacio quedará libre con el traslado del Museo del Juguete, se está barajando la posibilidad de ubicar el Museo de la Fiesta, el Etnológico o bien el del Helado.

Sea cual sea el destino final de este edificio, el inmueble será rehabilitado gracias también al Plan Especial de Apoyo de la Generalitat al que se ha pedido una subvención de 270.201 euros para ejecutar obras de consolidación estructural de edificio. Se prevé, por tanto, la restauración de aquellos elementos de la Casa Gran que están estropeados por el paso del tiempo así como la adecuación del solar colindante.

Con estos cambios, explica el concejal Enrique Palacios, Ibi pasará a ser una localidad de museos con buenas infraestructuras y adaptados a las nuevas tecnologías, “donde la cultura sea un punto de interés a tener en cuenta para los ciudadanos y visitantes, ya que se ofrece una muestra de gran valor sentimental e histórico, como es el juguete y el medioambiente, que se completará con las fiestas, la etnología y el helado.