José Luis Prats se muestra “preocupado” por las últimas gamberradas registradas en la localidad
El alcalde de Castalla insta a la población a que denuncie los actos de vandalismo
La preocupación es creciente en el seno del Ayuntamiento con motivo de la “ola de vandalismo” que se está registrando en Castalla, explicó el alcalde, José Luis Prats.
Tras destrozar, hace unas semanas, una parte del monumento a los Moros y Cristianos, los gamberros se han cebado ahora con la fuente de la Ermita de la Sang y la puerta del Edificio Multiusos, cuyo cristal han roto con una piedra de grandes dimensiones.
Como consecuencia, la entrada al Multiusos, sede del Club de Pensionistas y Jubilados, se encuentra precintada por la Policía Local, mientras que una verja corta el paso tanto a la Ermita como al Castillo.
Asimismo, el primer edil indicó que, hace unos días, un grupo de gamberros, con casi total probabilidad los mismos que rompieron la fuente de la Ermita, intentaron destrozar la cruz que se encuentra en la subida al Castillo.
Sin embargo, una oportuna llamada de unos vecinos alertó a la Policía Local y evitó que los vándalos se salieran con la suya.
No es la primera vez que los gamberros actúan contra este emblemático entorno, puesto que el año pasado se encargaron de pintar y destrozar todos y cada uno de los pasos del Vía Crucis, que el Ayuntamiento se vio obligado a reparar con urgencia ante la inminente celebración de la Semana Santa.
El alcalde anunció a Escaparate que se va a buscar a los responsables y se va a actuar contra ellos con todo el peso de la ley y sin ningún tipo de indulgencia.
Prats quiso dejar claro que el mobiliario urbano y el patrimonio sobre el que se ejercen estas gamberradas “no es del Ayuntamiento, sino de todo el pueblo”, además de que el coste de los arreglos, obviamente, corre a cargo de las arcas municipales, que se ven nutridas a su vez por los impuestos pagados por los ciudadanos.
Así las cosas, el alcalde anunció una “firme actitud policial” contra los vándalos, a la vez que pidió la colaboración de todos los vecinos para que llamen a la Policía Local ante cualquier gamberrada.
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