El señor Agüera no tiene límite, ha demostrado que es capaz de todo. Un señor que gestionaba el área de hacienda y no se enteró que había una caja B, denunciado por nuestro grupo en los juzgados. Un señor que se quitó a Campoy de encima para estar él gestionando el área de urbanismo.

Un señor que tiene que dar muchas explicaciones en los juzgados porque una promotora ha denunciado al Ayuntamiento, por presuntas extorsiones y tráfico de influencias en el área de urbanismo.

Un señor que no muestra ningún tipo de vergüenza para inventarse lo que sea, para desprestigiar a la oposición, al precio que sea, intentando tapar sus graves problemas, aunque el precio sea que lo denunciemos por mentiroso, por manchar el nombre y la reputación de los concejales del PSOE. Mientras todas estas mentiras del Sr. Agüera se aclaran, la gente se confunde, cree que somos todos iguales. Este juego del desánimo les beneficia ya que los afines al PP nunca dejan de ir a votar a su partido, aunque no les guste nada Maite, ni Agüera, ni Pilar Ortega, da igual, están asegurados los votos.

Creemos que lo tiene que pagar muy caro el señor Agüera, porque nadie debe tener la impunidad de mentir con tanta cara dura, para desprestigiar a sus opositores, y desviar la atención lo máximo posible.

Hay límites y ese límite es la verdad de los hechos. Si el señor Agüera es capaz de mentir, también tendrá que ser capaz de sentarse en el banquillo para que un juez le obligue a desdecirse. Pero a él no le importará, seguirá con la misma sonrisa sin importarle nada donde se quedará su catadura como persona, su partido habrá ganado tiempo y confusión y sobre todo descontentos con el sistema que no irán a votar, ni en las europeas, ni en las autonómicas/municipales y que no serán precisamente votos de la derecha.

En el Partido Popular hay gente que es capaz de todo, de grabarte, de seguirte, de espiarte, de buscarte algo personal para atacarte moralmente, de hundirte profesionalmente con mentiras. Esto nada tiene que ver con la política que tanto quieren desprestigiar, esto tiene que ver con las personas que mandan en un partido, en la ejecutiva de un pueblo, con mayoría absoluta y con muy poco sentido de la honestidad.