Aunque la incertidumbre sobre la celebración del desfile de Carnaval se mantuvo durante toda la jornada debido a la nieve que comenzó a caer por la mañana, la desaparición del temporal conforme se iba acercando la noche despejó todas las dudas a los participantes que, a las 22,30 horas comenzaron a concentrarse en la puerta del Ayuntamiento.

La sorpresa fue que el concejal de Fiestas había decidido suspenderlo y así lo iba anunciando a la gente que llegaba la calle Les Eres. El desánimo inicial se convirtió pronto en protesta festiva y al grito de “¡queremos Carnaval!” reivindicaron que el desfile se celebrara.

El pasacalles arrancaba pasadas las 12 de la noche, media hora después del horario oficial, justo el tiempo que se necesitó para montar los equipos de música en los camiones. El recorrido fue más breve pero las cientos de personas que participaron en el desfile pudieron disfrutar a lo grande y, sobre todo, lucir los disfraces que durante semanas habían estado confeccionando.

El retraso y el intenso frío restó público en las calles pero la fiesta se celebró y se prolongó hasta altas horas de la madrugada en la comparsa Chumberos, donde el lleno fue absoluto. Los premios a los mejores disfraces se darán a conocer este miércoles 17 de febrero.