Decía San Ignacio de Loyola que en en tiempos de mudanza era mejor no hacer cambios y en esta época de crisis es mejor aguantar el chaparrón y esperar tiempos mejores. Y digo esto porque un ayuntamiento de nuestra provincia, el de Villajoyosa, ha hecho suspensión de pagos jodiendo a unos proveedores que si no pagan el IBI en plazo les meten un buen recargo el ayuntamiento moroso. En nuestro país hay pocos políticos en la cárcel o inhabilitados para ejercer cargos públicos por notoria incompetencia a la hora de gestionar bienes comunes.
A siete meses vista vienen las próximas elecciones municipales y empezarán nuestros políticos municipales a inaugurar cosas y acariciar niños (de manera casta, claro). Veremos a nuestra lideresa en compañía del trajeado Camps o incluso con el gran Pitu recorriendo nuestras calles con sus estresantes sonrisas pero creo que esta vez no va a colar ya que la gente anda muy caliente con los políticos que mas gestores de problemas se están convirtiendo en parte del problema.
En estos tiempos no se trata de inaugurar cosas y colocar a amiguetes del partido sino que son tiempos de mantenimiento y optimización de lo que ya hay construido. Mas que de construir pabellones deportivos o centros culturales se trata de intentar que los niños no pillen hongos cuando se duchen en centros municipales, que el teatro que ya existe se llene o que no hayan baches en las calles. Si algo hay que primar en estos tiempos de recursos públicos menguantes son instalaciones y servicios sociales para la gente mas desamparada y necesitada como son los enfermos crónicos o los parados de larga duración. Mas centros de día y menos centros de ocio, al menos con el dinero público.
P.D.: debe ser muy jodido tener carrera universitaria y haber hechos decenas de cursos para acabar teniendo de jefa a una inútil del calibre de la Pajín a la que han echado de su propio partido por incompetente e hija de tránsfuga. Animo, Fari, que no hay inútil que cien años dure.