Lo que sucede en Ibi a nivel gobierno local no tiene nombre ni comparación. Por aquí aparece un empresario con un proyecto, vendiendo las mil maravillas, en fin, un negocio privado, que para ponerlo en marcha necesita unas decisiones políticas cuanto menos de dudosa viabilidad y legalidad, y la secuencia de hechos es la siguiente:
1º Este empresario compra en Ibi una finca en terreno rural situada en Daroca.
2º Presenta un libro con una idea maravillosa: “Ecoaldea Daroca en Ibi”. En este libro aparece como colaborador Miguel Ángel Agüera.
3º Poco tiempo después Mayte Parra, Miguel Ángel Agüera y el PP, deciden en un Pleno cambiar las normas para que en todos los terrenos desde la salida de Ibi hacia Tibi se pueda edificar. Es decir, convierten en urbanizable lo que hasta entonces era rural, pero utilizando una “puerta falsa” o un presunto fraude de ley.
El Grupo Municipal Socialista recurrió esta decisión y la apisonadora del PP desestimó el recurso.
Un año después aparece de nuevo este proyecto. El empresario, cumpliendo con lo que considera es su obligación y su negocio, hace reuniones con distintos sectores con la intención de vender el producto. En algún sector además pretende encontrar inversiones para el mismo. En otros simplemente busca personas que lo crean y que propaguen las supuestas “bonanzas” de un modelo tan destructivo como los demás pero revestido de una máscara de sostenibilidad medioambiental.
En el fondo, es una copia de Castalla Internacional maquillada.
¿Qué hace la máxima autoridad en Ibi? Mayte Parra se dedica a preparar una puesta en escena en el salón de Plenos del Ayuntamiento, con un despliegue de medios de comunicación importante y por supuesto, en primera línea, los de titularidad pública, para darle publicidad a un proyecto de una empresa privada de fuera.
Yo me pregunto, ¿qué les parecerá a los empresarios de la construcción ibenses, este apoyo institucional prestado a esta empresa de construcción? Estos empresarios de pequeñas empresas ibenses que con gran esfuerzo se mantienen, a pesar de lo que está cayendo en este sector. Aún no he visto como la alcaldesa los apoya en el salón de Plenos, haciéndoles publicidad de las promociones que están construyendo en la actualidad. Puede que a la máxima representante del municipio le parezca que edificios de unos cuantos pisos de altura no tienen el suficiente caché para hacerse una foto de cara a la campaña electoral, que Mayte Parra emprendió desde el día que abandonó Ibi para engrosar los bancos de las Cortes Valencianas.
La radio pública, siguiendo las directrices institucionales, predica las bonanzas de este proyecto, increpando a todas aquellas personas que consideran que esto es un pelotazo urbanístico en toda regla.