El Ayuntamiento tiene previsto instalar dos ‘pipicanes’ en el parque Giravella para que los perros depositen sus exrementos. La edil de Servicios Públicos, Rosa Ibáñez, informó de esta iniciativa en el último Pleno explicando que uno de ellos se colocará al lado del aparcamiento de vehículo y el otro en el extremo contrario.

Los ‘pipicanes’ son pequeños areneros cerrados por una verja a los que sólo pueden acceder los animales. Además se colocarán dispensadores de bolsas para que los dueños recogan los excrementos y los tiren en las papeleras.

La concejal ha indicado que se instalarán en breve, en el momento en que la empresa suministradora los entregue al Ayuntamiento. Esta medida se enmaca dentro de la campaña anual del área de Tenencia de Animales. Va encaminada a facilitar a los dueños de animales el mantenimiento de la salubridad pública, puesto que existen importantes sanciones económicas por el incumpliento de las normas.

Desde la concejalía que dirige la nueva edil Isabel Roelas, se ha hecho público un bando donde se informa de las sanciones que se impondrán a partir del 15 de julio, tras haber finalizado la campaña de concienciación.

Por no recoger los excrementos de la vía pública se impondrán multas de 50 a 100 euros. Los propietarios que abandonen o maltraten a cualquier animal serán sancionados con cantidades que pueden ir de los 6.000 a los 18.000 euros y a los dueños que no tengan censados a sus perros se les podrá imponer multas de 30 a 600 euros. Por último, la misma cantidad se impondrá a los dueños que lleven los perros sin correas y sin bozal, los peligrosos.