Después una campaña informativa que ha durado tres semanas para informar a los jóvenes sobre la prohibición de beber en la calle, la Policía Local y la Guardia Civil ha decidido iniciar la campaña de denuncias contra estas infracciones.
La práctica del ‘botellón’ se realiza, fundamentalmente, en los alrededores de la zona de ocio y la consecuencias son claramente visibles los lunes por la mañana, dado el gran volumen de residuos que se acumulan en calles y aceras.
Pero además, añade el jefe de la Policía, Diego Triviño, “cada vez son más menores de edad los que se apuntan a esta práctica”.
A partir de ahora, los agentes procederán a denunciar a las personas que beban en la calle. Estas denuncias se tramitan en Conselleria y se imponen sanciones (multas) de carácter administrativo a los infractores.
En las tres semanas que ha durado la campaña, la policía ha efectuado controles rutinarios “sin consencuencias para las personas que han sido identificadas”, pero a partir del 22 de julio, esa denuncia llevará aparejada una multa.