El Pepe Sonrisas de la política española, nuestro eterno adolescente se nos va expulsado como un hombre bala por el cañón de la crisis. Y ha elegido una fecha emblemática para convocar elecciones: el 20 de noviembre, el 20-N, que se dice ahora.

El día que fusilaron a José Antonio Primo de Rivera y que murió el general Franco va a ser el día que la historia va a liquidar a un político que creció con la cuesta de la ola del 11-M y la guerra anti-Irak pero el presidente que, con el tiempo, ha aprendido a rendir honores a la bandera americana y a los mercados que nos perdonan la vida diariamente dejándonos dinero para que la administración vaya pagando el Estado de bienestar y derroches varios como AVEs a Valladolid o aeropuertos en Ciudad Real o Castellón de la Plana.

Está claro que la crisis no es culpa de Zapatero pero su optimismo antropológico y ese carácter mezcla entre infantil e idealista ha retrasado la toma en conciencia de la gravedad del problema y la puesta en práctica de soluciones realistas en consenso con el otro gran partido español: el PP. Su falta de coraje y de realismo económico han provocado que el PSOE haya obtenido sus peores resultados electorales con lo cual ZP ya no es solo un cadáver político para el común de los españoles sino para su propios compañeros de aparato que lo ven como un apestado electorale que los aleja de los sillones y los coches oficiales sin remedio. 

 Para los creyentes vienen tiempos maravillosos con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España. El y su varita mágica, Soraya Sáenz de Santamaría, van a regenerar un país desmoralizado, asustado y que cuenta los euros uno a uno por si acaso se va al paro. Esperemos de él firmeza a la hora de cortar cabezas y proyectos inútiles, un programa coherente y gente desinteresada/eficiente a la hora de llevarlo a cabo. 

 Yo, por mi parte, tanto el incombustible cunero cartagenero que es Federico Trillo como la zapatera codiciosa que es Leire Pajín me inspiran el mismo interés y confianza que el sepulturero de Sepúlveda por lo cual ese domingo voy a procurar comerme una paella con mis amigos. Carpe diem!

  P.D.: en Ibi tenemos mas liberados y mas gastos (en sueldos o indemnizaciones) para políticos locales que los que había en la legislatura pasada. Y ya se lo arreglan los de la oposición para compatibilizar ingresos públicos con ingresos privados. Y es que tienen que pagar los pósters de la campaña electoral.