Por si alguien no se ha enterado todavía, el último año de gestión municipal, ha sido todo un cúmulo de éxitos. La alcaldesa de Ibi y todo su equipo, expulsan a su compañera Felicidad Peñalver, que hasta octubre de 2008 era teniente de alcalde y concejal de Hacienda, Personal y Régimen Administrativo. El motivo de su expulsión, al parecer y por todo lo que ha ido sabiéndose con posterioridad, fue, ni más ni menos, que en el ejercicio de su labor como concejala de Hacienda, detectó diversas irregularidades en la gestión de algunas áreas del Ayuntamiento y las denunció. Dicho “crimen” fue condenado con la expulsión de la concejala que se había atrevido a intentar imponer algo de rigor en las cuentas municipales, dándose la paradoja además, de que Peñalver forma parte de la dirección provincial del partido.

Posteriormente, en el mes de marzo, los concejales del PP fuerzan la dimisión de Ana Sarabia. No olvidemos, que la oposición, con 8 concejales de 21 no puede forzar ni provocar la dimisión de nadie, ni tomar decisión alguna más allá del ejercicio legítimo de su labor. Pues bien, dicha dimisión de Ana Sarabia, que fue portada de todos los periódicos provinciales, pública y notoria, resulta que no fue tal dimisión, según la particular versión que el PP pretende hacer tragar a la ciudadanía. Resulta, que después de haber dimitido Ana Sarabia y renunciado formalmente a todos sus cargos, la alcaldesa la cesa, o eso, al menos, es lo que pretenden hacer creer a la ciudadanía, después de que el subinspector de trabajo haya propuesto una multa de casi 7.000 euros al Ayuntamiento y la pérdida de casi 900.000.- en subvenciones, por haber obrado (según el acta) en “connivencia” con la afectada para, a pesar de haber dimitido de su cargo y no tener derecho a prestación por desempleo, poner en los papeles que la habían cesado.

Por el camino, y por si no fuera poco, se abren dos procedimientos judiciales cuyo origen es la existencia de irregularidades en la gestión y administración de dos áreas del Ayuntamiento: la de deportes (con todo el tema de la presunta caja “B” del polideportivo) y el área de urbanismo. En el mes de julio se produce el cierre del museo del Juguete, por no abordar una inversión de 1.800 euros, y pocos días después, el cierre del todo el Polideportivo Municipal, por las numerosas deficiencias en las instalaciones que ocasionaban riesgos ciertos para trabajadores y usuarios. Ante todo lo anterior, la oposición tiene la “osadía “ de pedir un pleno para pedir explicaciones y reprobar a quien proceda por la sanción propuesta por la inspección de trabajo. Y el señor Miguel Ángel Agüera, tiene por toda respuesta, llamarnos “abertzales”, que, por si alguien no lo sabe, significa “partidario del nacionalismo radical vasco”. Todo lo anterior no es ni ficción ni una novela de aventuras, es la realidad de la gestión del Partido Popular al que el pueblo de Ibi le dio hace dos años y medio casi 8.000 votos y mayoría absolutísima.

Los debates de todo lo anterior no han podido verlos en Tele Ibi, porque el PP, a la vista de todo lo que se avecinaba, convenientemente decidió cortar las emisiones de los plenos desde diciembre del año pasado. Pero tranquilos, la culpa de todo, según Agüera, es de los abertzales de la oposición de Ibi (Dedicado a todos los concejales que se juegan la vida en el País vasco en defensa de la libertad).